domingo, 21 de marzo de 2010

Nos quedamos en silencio...





Nos quedamos en silencio, después del tiempo en la inmensidad.
Venias tu a mi lado, sin saber que seriamos opuestos en lo terrenal.
Se me concedió lo que no pedí, al abrir mis ojos y desvelar,
La dicha extrema para ti, que concluye al hablar desde el tiempo atrás.

Eres lo que no soy y no pienso ser jamás, por eso estoy irritado sin cesar.
Hablas de mí, con amor y cierta incomodidad, hasta que arranco lo de atrás.
El pasado se reveló contra ti y no te dio lo que deseabas con tu malestar,
Pero yo te llevo en mi sangre y siempre en mi mente imperfecta estarás.

No sabes lo que haría por ti si me dieras la oportunidad,
Desde antes que fueras te concedí, estar conmigo hasta la eternidad.
Marcado estoy por tu presencia y desvelado por tu ansiedad,
Pero sé que Dios vendrá y te responderá, como te lo dije que él hará.

Cuando estés en tu Edén acuérdate de lo que fracasamos sin cesar,
Pero que marcó nuestro carácter y dicha futura en la inmensidad.
Cuando golpees tu pecho brotará de ti la humildad
Que nos falto a ambos en el crucero de la vida y en la eterna inmensidad.

Nos quedamos en silencio porque es mejor callar que hablar,
Pero en nuestros pechos esta el ancla que nos une como el barco al mar.
Las olas se agitan cuando tú no entiendes las razones que explico sin cesar,
Y siempre concluimos como ojos irritados y viendo hacia el sol para cegar.

Hasta cuando entenderemos que Dios nos hizo tal para cual,
Siendo diferentes para que te complementara y ser fuerza sin igual.
Es la dicha lo que hace que estemos en el mismo lugar,
Pero la desdicha nos separa cada día más y más.

Nos quedamos en silencio y todo será como arena y mar,
Juntos pero no lo mismo, cumpliendo la misión de la vida singular.
Nos quedamos en silencio y así estaremos hasta que Dios aquiete el mar
Y ese mar inmenso que tú tienes desvelara, que te amo hasta la eternidad.

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