domingo, 21 de marzo de 2010

Lo que no puedas cambiar lo cambiaré yo


¿Qué te hace pensar que la vida se disfruta en un trago de religión?
La religión no es más que eso "religión" y es que la misma palabra te lo explica.
No soy la panacea de tus desdichas, soy solo el sueño de tu imperfección gastada.
Pretendes saber hasta dónde llegar con tanta desvelada y no cambias
Porque no pones empeño en tus errores constantes y con cruda realidad,
Me ignoras como cuando estaba en la cruz por tu ignorancia entusiasmada.
Es el anhelo de dejarte en paz que me tiene sudando el esfuerzo de la desdicha,
Mirando hacia abajo me humillo solo porque estás perdido en tus pensamientos.
Día y noche practicas lo que te aconseje que no practicaras y es que eres como Sansón,
Que le di mí fuerza y él su desdicha, se entrega a la esclava del pecado sin dolor.
Te entregue a los enemigos más fieros, para que tú te rieras hoy de lo que pasó.
Mi fiel protección esta a tu lado, aunque con vileza me has desechado, pero sigo presente
En tus pensamientos, aunque solo para criticar y rechazar lo que yo te entrego día a día por mi amor.
“Yo creí que me hablaba la religión”, piensas, por haber comenzado diciéndote que era yo, pero si de alguna manera puedo confundir tu interpretación, a lo mejor creas que soy la religión pero te apures a cambiar tu corazón. Soy el que mi vida por ti di y nadie te ama como yo y he visto que solo te faltan horas, para que todo se cumpla en tu interior y he enviando al sanguinario, porque no me dejas otra opción.
Te amo, y si es necesario cortar ojos y brazos para que me prestes a tención, lo hare por amor aunque te vayas al cielo incompleto, pero en restauración. Te amo hasta la muerte y doy mi vida para verte feliz, de la desdicha a la felicidad te convertiré y tu estas creando un mundo de fantasía que no durara más, que las copas en el bar de la ciudad. Las luces se apagaran, porque pronto dormirás y siempre estarás deseando tu despertar. Dejare que descanses un rato, porque tu inicua vida se degastara, si no te detengo el tren que llevas a toda velocidad.
Ya verás lo que haré con tu vida y no es una amenaza de destrucción, es la promesa de un día mejor, ya que llegaste hasta aquí para leer lo que tenía que decirle a tu corazón. Veras mi respuesta y un giro darás en tu vida interior y mucho cambiaras porque te hare un ser superior. Serás mi obra de arte lista para la mejor casa que tengo yo, esta casa, mansión que te he construido desde mi ascensión. Veras lo que pasa cuando decido salvar la vida del perdido de hoy, y veras cuando yo me apresuro a darte respuesta a todas las complicaciones que arrastras, sin esperanza en tu interior. Recuerda que las casualidades no existe, sino las causalidades que vienen de tu mala siembra y cosecha con dolor. Comienza a sembrar bien y tu cosecha será perfecta y lo que no puedas cambiar lo cambiare yo.

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