Respiro el aire cálido de la tarde al terminar,
Usando mi imaginación para verte respirar.
Es la tarde de la playa, que desborda en tu mirar;
Según yo todo fue un sueño pero eres realidad.
Cabello lacio y ojos despiertos en tanta inmensidad,
Me dicen que tú y yo nos amaremos hasta la eternidad.
Qué basta para hacer realidad el sueño que es tan real,
Si tú te me escapas al volver a llenar mi pecho de tu mirar.
¿Sería posible que aparezcas como el sol, cortando mi respirar?;
Es que te escapas con facilidad entre mis palmadas de seriedad.
Carretera lejana, busca a la amada de la ventana de acá;
Viendo el cabello agitado por el ruido de mi inquieta sagacidad.
Eres tu quien agita mi pecho teniendo la llave de la eterna felicidad;
Y cómo podre quitártela para que yo sea quien esté en tu desván.
Sé que eres como el aire que va donde quiere sin esperar,
Y para mi desdicha el sentirte ha sido hoy, como el recuerdo de la vanidad.
Tendría que cruzar el océano para que veas cuanto me he enamorado;
Te mostraría como los colores del cielo bávaro se inclinan a la belleza de tu realidad.
La belleza me faltó ante cielo tan perfecto, y en mis noches frías te soñé en desvelo;
Y cuando tu ya estabas quieta entre la aguas de la soledad, yo me di la vuelta sin regresar.
Eres bella, perfecta, sin igual, solo en la oscuridad pude encontrar,
El tesoro de tu sonrisa extensa y primaveral.
Eres la que posees perfecta mirada y nariz como la espada al desenfundar;
Belleza radiante escondida en la arena del desierto de tu soledad.
Eres como la ciudad puerto, de noche, en la Alemania occidental,
Hermosa y con luz perfecta y de bonita silueta desde la festividad.
Hermoseas mi vida y mi corazón se llena de ilusión al ver agitar,
El agua tan llena de luces y brillo de tu rostro a medio deslumbrar.
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